20110131

Rumbo

Ir hacia allá. Volver. Volver a ir. Volar.
Viajar es una experiencia única en sí misma. Todo lo que puedo tomar de cada salida y traerme en mi cabeza compensa el torbellino mental -y hasta físico- que me toca vivir desde el momento mismo en que decido: "Voy a viajar".
Los preparativos generan stress. El embarque genera cansancio.
El vuelo, provoca. Y el viaje termina siendo maravilloso. Porque aun cuando lo planeado pueda no salir como debería haber sido, siempre quedan las imágenes. Esas que te hacen decidir volver a viajar, siempre que se pueda, una y otra vez.

Foto®MarianaHernández